Niño de 10 años muere aplastado por su madre adoptiva de 340 libras

Un niño de 10 años, Dakota Stevens, falleció en Michigan después de que su madre adoptiva, Jennifer Wilson, de 154 kilos (340 libras), se sentara sobre él durante cinco minutos como castigo por "portarse mal".

Según el informe policial, el menor había escapado de su casa esa mañana y, al ser recuperado por Wilson, se negó a entrar, arrojándose al césped delantero.

En respuesta, la mujer decidió inmovilizarlo con su cuerpo mientras llamaba a su asistente social. Durante esos minutos, Dakota gritaba desesperadamente hasta que dejó de moverse.

Wilson declaró a las autoridades que creyó que el niño fingía estar herido, pero al voltearlo notó que sus párpados estaban pálidos. Alarmada, pidió a otro de sus hijos que llamara al 911.

Las autoridades revisaron las grabaciones de la cámara Ring del domicilio, donde se observa a Wilson sentándose sobre la cabeza y el cuello de Dakota, mientras su pequeño cuerpo lucha sin éxito.

Sus gritos van disminuyendo hasta quedar en silencio. Al darse cuenta de lo sucedido, la mujer entra en pánico y grita el nombre del niño repetidamente.

Cuando la policía llegó, Dakota estaba inmóvil y sin pulso. Fue trasladado en helicóptero a un hospital cercano, donde los médicos intentaron salvarlo.

Dos días después, fue desconectado del respirador artificial. Su muerte ocurrió apenas un mes después de haber sido puesto bajo la custodia de Wilson.

Wilson enfrenta una posible condena de hasta seis años de prisión. Mientras tanto, el Departamento de Servicios Infantiles ha suspendido su licencia de acogida y evalúa su revocación definitiva. En su hogar residían otros tres menores, quienes ahora están bajo revisión de las autoridades.