Judiciales18 mayo 2024 21:14

Patrullero asesinado por sicarios: Investigan su hoja de vida y lujos

Las autoridades investigan su pasado y su bienes mientras ofrecen una recompensa por información sobre los responsables


En un trágico suceso ocurrido en Barranquilla, Colombia, el patrullero de la Policía Metropolitana, Jaider Gregorio Amador Quessep, de 32 años, fue asesinado por sicarios mientras visitaba a su familia en el barrio San Luis. El hecho, que tuvo lugar la mañana del viernes 17 de mayo, donde el uniformado visitaba a su madre, quien cumplía años.

El patrullero fue abordado por un pistolero. Según las grabaciones de las cámaras de seguridad, Amador Quessep había llegado en una camioneta Mazda CX30 de último modelo, cuando fue sorprendido por el sicario, quien le disparó por la espalda.

El patrullero intentó ponerse a salvo escondiéndose detrás de otro vehículo, pero el atacante lo siguió y le disparó en la cabeza, dejándolo gravemente herido.




El uniformado fue auxiliado por sus seres queridos y fue llevado a un centro asistencial del barrio Santa María, donde posteriormente se ordenó su traslado a la Clínica de la Costa. Amador Quessep estuvo un par de horas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pero los galenos de turno confirmaron su deceso.

Las investigaciones iniciales se centran en la vida personal y profesional de Amador Quessep. Según se ha revelado, el patrullero había sido parte de la Unidad Antinarcóticos de la Policía Nacional pero fue desvinculado y trasladado al Caribe en 2020. Todo aparenta que sus superiores no confiaban en su trabajo.

Fuentes internas de la Policía han sugerido que Amador Quessep podría haber estado vinculado con actores delincuenciales en el área metropolitana de Barranquilla, una línea de investigación que ha cobrado fuerza debido a su estilo de vida, vehículos, fiestas, vivienda y los lujos que ostentaba, inusuales para el rango actual que desempeñaba el patrullero.

El General William René Salamanca, director de la Policía Nacional, anunció igualmente desde Cartagena un aumento en la recompensa por información que conduzca a la captura de los responsables, elevándola a 50 millones de pesos ($13,000 USD aproximadamente).