Crecen las extorsiones a causa de las aplicaciones de préstamos en línea
Extorsionistas usan estas herramientas para acceder a tu información personal
La extorsión a través de aplicaciones de préstamos en línea es un problema grave en Colombia y en muchos otros países del mundo. Muchas personas han sido víctimas de extorsionadores que utilizan información personal para intimidar y chantajear a sus víctimas.
En Colombia, las aplicaciones de préstamos en línea se han vuelto muy populares en los últimos años. Estas aplicaciones permiten a las personas obtener préstamos rápidos y fáciles sin tener que cumplir con los requisitos tradicionales de un préstamo bancario, como tener un historial crediticio sólido o proporcionar garantías. Aunque estas aplicaciones pueden ser una solución a corto plazo para personas que necesitan dinero urgente, también han dado lugar a una serie de problemas, incluyendo el acoso y la extorsión.

Foto por Marek Levak desde Pexels
Las personas que utilizan estas aplicaciones a menudo se encuentran en situaciones financieras difíciles y pueden no tener los recursos necesarios para pagar sus préstamos. Cuando no pueden pagar, los prestamistas a menudo recurren a tácticas de intimidación y extorsión para recuperar su dinero. Las personas que se ven atrapadas en esta situación pueden verse obligadas a pagar grandes sumas de dinero a los extorsionadores o enfrentar las consecuencias de que se divulgue información personal o privada.
Uno de los casos más preocupantes es el de Sofia, quien nunca había solicitado un préstamo en línea y, sin embargo, se encontró atrapada en una red de extorsión. Un día, recibió una llamada telefónica de alguien que afirmaba que ella debía $150.000 a una aplicación de préstamos en línea. El llamador le dijo que si no pagaba, la cantidad que debía aumentaría a $200.000 debido a los intereses. Sofia se negó a pagar y pensó que se trataba de una simple estafa telefónica, pero la persona que la llamó no estaba dispuesta a dejarla ir tan fácilmente.

Foto por SHVETS production desde Pexels
Poco después de la llamada telefónica, Sofia recibió una fotografía íntima por WhatsApp que la mostraba junto a su esposo. La persona que la llamó había obtenido esta fotografía de alguna manera y la estaba utilizando para extorsionarla. La amenaza era clara: si no pagaba la cantidad que se le pedía, la foto se divulgaría a sus contactos y se publicaría en las redes sociales. Temerosa de las consecuencias, Sofia pagó la cantidad que se le pedía, pero la extorsión no terminó allí.
Después de pagar la cantidad inicial, Sofia recibió llamadas regulares que la obligaban a pagar más y más dinero. En una ocasión, se le exigió que pagara $600.000. A medida que la cantidad de dinero que se le pedía aumentaba, también lo hacía la intensidad de las amenazas. Los extorsionadores llamaban a menudo a Sofia y la acosaban a través de mensajes de texto y correos electrónicos. Incluso empezaron a llamar a sus familiares y amigos para cobrar el dinero que ella debía.
Finalmente, le pedían 2 Millones de pesos a Sofia y ella se cansó de la extorsión y decidió que no podía pagar más dinero. Los extorsionadores respondieron divulgando su fotografía íntima a sus contactos y en las redes sociales.

Foto por Yan Krukau desde Pexels
Dicha situación le dañó la vida, puesto que familiares y conocidos vieron sus fotos íntimas, incluso hasta sus hijos.
Ya al no tener más que perder, Sofia fue a denunciar ante la Fiscalía su caso de extorsión y supo que su primer error fue haber pagado la primera extorsión, ya que los extorsionistas van a querer mucho más.
La Policía Nacional y la Fiscalía recomiendan no ceder antes las extorsiones, puesto que pagar por no difundir las fotos se les está dando más poder psicológico y monetario al extorsionador, y éste siempre va a querer más dinero, al final él te dejará quebrado y con las fotos boleteadas. El llamado es a denunciar estos casos, la policía tiene los mejores profesionales, investigadores y equipos tecnológicos para atrapar a estos extorsionistas.