La mansión de Lionel Messi en Ibiza fue objeto de vandalismo por parte de un grupo de activistas ecologistas, quienes lanzaron pintura roja y negra en la fachada y colgaron pancartas con mensajes críticos hacia la responsabilidad de los ricos en la crisis climática. El incidente, que tuvo lugar cerca de Cala Tarida en la costa oeste de la isla, fue reivindicado por el grupo activista Futuro Vegetal.
La acción, catalogada como “desobediencia civil no violenta”, busca destacar el impacto desproporcionado de los más adinerados en el cambio climático y la inacción gubernamental ante esta crisis global.
En un video publicado por Futuro Vegetal, se observa a los activistas desplegando una pancarta que dice en inglés: “Ayuda al planeta, cómete un rico. Abolir la policía”. La organización afirma que la mansión de Messi, que habría sido adquirida por el jugador en 2022 por 11 millones de euros, es una “construcción ilegal”, carente de certificado de ocupación debido a ampliaciones no autorizadas.
Además, Futuro Vegetal cita un informe de Oxfam de 2023 que señala que el 1% más rico de la población mundial generó en 2019 la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios más pobres de la humanidad, afectando desproporcionadamente a las comunidades más vulnerables.
Lionel Messi, actualmente jugando para el Inter Miami de la MLS, adquirió la propiedad del empresario suizo por alrededor de 12 millones de dólares. La mansión cuenta con lujosas comodidades, incluyendo un spa, sauna, y sala de cine. Sin embargo, medios españoles han informado que carece de las licencias necesarias, lo que ha sido aprovechado por los activistas para criticar la falta de regulación y control sobre las construcciones de lujo en la isla.
Futuro Vegetal ha realizado varias protestas similares, como el ataque en 2022 a un superyate en Ibiza, presuntamente propiedad de la heredera de Walmart, Nancy Walton Laurie, y la intervención en el Museo del Prado en Madrid, donde activistas se adhirieron a pinturas de Francisco de Goya. En enero, la policía española detuvo a 22 miembros de Futuro Vegetal, incluyendo a dos que participaron en la protesta del museo y a tres líderes principales del grupo.